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LA DIABETES MELLITUS
(DM) es un conjunto de trastornos
metabólicos,2 que comparten la característica común de presentar
concentraciones elevadas de glucosa en la sangre (hiperglicemia) de manera
persistente o crónica.3 La American Diabetes Association, clasifica la diabetes
mellitus en 3 tipos: la diabetes mellitus tipo 1, en la que existe una
destrucción total de las células β, lo que conlleva una deficiencia absoluta de
insulina; la diabetes mellitus tipo 2 o no insulinodependiente, generada como
consecuencia de un defecto progresivo en la secreción de insulina, así como el
antecedente de resistencia periférica a la misma; la diabetes gestacional, la
cual es diagnosticada durante el embarazo; y otros tipos de diabetes
ocasionados por causas diferentes. La causan varios trastornos, siendo el
principal la baja producción de la hormona insulina, secretada por las células
β de los Islotes de Langerhans del páncreas endocrino, o por su inadecuado uso
por parte del cuerpo,4 5 que repercutirá en el metabolismo de los hidratos de
carbono, lípidos y proteínas. La diabetes mellitus y su comorbilidad
constituyen una importante causa de preocupación en salud pública.
Los síntomas principales de la
diabetes mellitus son emisión excesiva de orina (poliuria), aumento anormal de
la necesidad de comer (polifagia), incremento de la sed (polidipsia), y pérdida
de peso sin razón aparente.6 En ocasiones se toma como referencia estos tres
síntomas (poliuria, polifagia y polidipsia o regla de las 3 P) para poder
sospechar diabetes tipo 2 ya que en su mayoría son los más comunes en la
población. La Organización Mundial de la Salud reconoce tres formas de diabetes
mellitus: tipo 1, tipo 2 y diabetes gestacional (ocurre durante el embarazo),7
cada una con diferentes causas y con distinta incidencia.
Para el año 2000, se estimó que
alrededor de 171 millones de personas eran diabéticas en el mundo y que
llegarán a 370 millones en 2030.8 Este padecimiento causa diversas
complicaciones, dañando frecuentemente a ojos, riñones, nervios y vasos
sanguíneos. Sus complicaciones agudas (hipoglucemia, cetoacidosis, coma
hiperosmolar no cetósico) son consecuencia de un control inadecuado de la
enfermedad mientras sus complicaciones crónicas (cardiovasculares, nefropatías,
retinopatías, neuropatías y daños microvasculares) son consecuencia del
progreso de la enfermedad. El Día Mundial de la Diabetes se conmemora el 14 de
noviembre.
Según datos de la OMS, es una de
las 10 principales causas de muerte en el mundo.9
La diabetes es una enfermedad
grave y se deben tomar en cuenta algunos pasos para controlarla.
Índice
1 Etimología
2 Historia
3 Fisiopatología
4 Clasificación
4.1 Diabetes mellitus tipo 1
(DM-1)
4.2 Diabetes mellitus tipo 2
(DM-2)
4.3 Diabetes mellitus tipo 1.5 o
LADA
4.4 Diabetes mellitus gestacional
4.5 Otros tipos de diabetes
mellitus
5 Etiología
5.1 Causas genéticas del tipo 1
5.2 Causas genéticas del tipo 2
6 Cuadro clínico
6.1 En humanos
6.2 En animales
7 Diagnóstico
8 Detección de la Diabetes
9 Seguimiento
10 Tratamiento
10.1 Intervenciones en el estilo
de vida
10.1.1 Dieta
10.1.2 Ejercicio físico
10.1.3 Automonitoreo de los pies
10.2 Medicamentos
11 Complicaciones
11.1 Complicaciones agudas
11.2 Complicaciones crónicas
12 Trastornos alimenticios
relacionados
13 Referencias
14 Bibliografía
15 Enlaces externos
Etimología
Proviene del latín diabētes, y
este del griego διαβήτης [diabétes], ‘correr a través’, con δια [dia], ‘a
través’, y βήτης [betes], ‘correr’, de διαβαίνειν [diabaínein], ‘atravesar’.
Como término para referirse a la enfermedad caracterizada por la eliminación de
grandes cantidades de orina (poliuria), empieza a usarse en el siglo I en el
sentido etimológico de «paso», aludiendo al «paso de orina» de la poliuria. Fue
acuñado por el filósofo griego Areteo de Capadocia.
La palabra Mellitus (latín mel,
‘miel’) se agregó en 1675 por Thomas Willis cuanto notó que la orina de un
paciente diabético tenía sabor dulce (debido a que la glucosa se elimina por la
orina).
Historia
Islotes de Langerhans, acúmulos
de células encargadas de producir, entre otras hormonas, la insulina y el
glucagón.
La diabetes mellitus era ya
conocida antes de la era cristiana. En el papiro de Ebers descubierto en Egipto
y que data al siglo XV a. C., ya se describen síntomas que parecen corresponder
a la diabetes. Fue Areteo de Capadocia quien, en el siglo II de la era
cristiana, le dio a esta afección el nombre de diabetes, que significa en
griego correr a través, refiriéndose al signo más llamativo que es la
eliminación exagerada de agua por el riñón, expresando que el agua entraba y
salía del organismo del diabético sin fijarse en él.
La diabetes viene ya desde muchos
años, esta presentaba síntomas como orina frecuente, sed constante, hambre
excesiva, entre muchos otros.
CDC Preventing Chronic Diseases Diabetes.jpg
En el siglo II Galeno también se
refirió a la diabetes. En los siglos posteriores no se encuentran en los
escritos médicos referencias a esta enfermedad hasta que, en el siglo XI,
Avicena habla con clara precisión de esta afección en su famoso Canon de
medicina. Tras un largo intervalo fue Thomas Willis quien hizo una descripción
magistral de la diabetes, quedando desde entonces reconocida por su
sintomatología como entidad clínica. Fue él quien, refiriéndose al sabor dulce
de la orina, le dio el nombre de diabetes mellitus (sabor a miel).
En 1775 Dopson identificó la
presencia de glucosa en la orina. Frank, en esa época también, clasificó la
diabetes en dos tipos: diabetes mellitus (o diabetes vera), y diabetes insípida
(porque esta última no presentaba la orina dulce). La primera observación
necrópsica en un diabético fue realizada por Cawley y publicada en el “London
Medical Journal” en 1788. Casi en la misma época el inglés John Rollo atribuyó
la dolencia a una causa gástrica y consiguió mejorías notables con un régimen
rico en proteínas y grasas y limitado en hidratos de carbono. Los primeros
trabajos experimentales relacionados con el metabolismo de los glúcidos fueron
realizados por Claude Bernard quien descubrió, en 1848, el glucógeno hepático y
provocó la aparición de glucosa en la orina excitando los centros bulbares.
En la segunda mitad del siglo XIX
el gran clínico francés Bouchardat señaló la importancia de la obesidad y de la
vida sedentaria en el origen de la diabetes y marcó las normas para el
tratamiento dietético, basándolo en la restricción de los glúcidos y en el bajo
valor calórico de la dieta. Los trabajos clínicos y anatomopatológicos
adquirieron gran importancia a fines del siglo pasado, en manos de Frerichs,
Cantani, Naunyn, Lanceraux, etc. y culminaron con las experiencias de
pancreatectomía en el perro, realizadas por Josef von Mering y Oskar Minkowski
en 1889. La búsqueda de la presunta hormona producida por las células descritas
en el páncreas, en 1869, por Langerhans, se inició de inmediato. Hedon, Gley,
Laguesse y Sabolev estuvieron muy cerca del ansiado triunfo, pero éste
correspondió, en 1921, a los jóvenes canadienses Banting y Charles Best,
quienes consiguieron aislar la insulina y demostrar su efecto hipoglucemiante.
Este descubrimiento significó una de las más grandes conquistas médicas del
siglo XX, porque transformó el porvenir y la vida de los diabéticos y abrió
amplios horizontes en el campo experimental y biológico para el estudio de la
diabetes y del metabolismo de los glúcidos.
Fisiopatología
Las células metabolizan la
glucosa para convertirla en una forma de energía útil; por ello el organismo
necesita recibir glucosa (a través de los alimentos), absorberla (durante la
digestión) para que circule en la sangre y se distribuya por todo el cuerpo, y
que finalmente, de la sangre vaya al interior de las células para que pueda ser
utilizada. Esto último solo ocurre bajo los efectos de la insulina, una hormona
secretada por el páncreas. También es necesario considerar los efectos del
glucagón, otra hormona pancreática que eleva los niveles de glucosa en sangre.
En la DM (diabetes mellitus) el
páncreas no produce o produce muy poca insulina (DM Tipo I) o las células del
cuerpo no responden normalmente a la insulina que se produce (DM Tipo II).
Esto evita o dificulta la entrada
de glucosa en la célula, aumentando sus niveles en la sangre (hiperglucemia).
La hiperglucemia crónica que se produce en la diabetes mellitus tiene un efecto
tóxico que deteriora los diferentes órganos y sistemas y puede llevar al coma y
la muerte.
La diabetes mellitus puede
ocasionar complicaciones microvasculares (enfermedad de los vasos sanguíneos
finos del cuerpo, incluyendo vasos capilares) y cardiovasculares (relativo al
corazón y los vasos sanguíneos) que incrementan sustancialmente los daños en
otros órganos (riñones, ojos, corazón, nervios periféricos) reduce la calidad
de vida de las personas e incrementa la mortalidad asociada con la enfermedad
La diabetes mellitus es un
trastorno endocrino-metabólico crónico, que afecta la función de todos los
órganos y sistemas del cuerpo, el proceso mediante el cual se dispone del
alimento como fuente energética para el organismo (metabolismo), los vasos
sanguíneos (arterias, venas y capilares) y la circulación de la sangre, el
corazón, los riñones, y el sistema nervioso (cerebro, retina, sensibilidad
cutánea y profunda, etc.).
Clasificación
Clasificación etiológica de la
diabetes mellitus2
Nombre Características
Diabetes tipo 1 Déficit absoluto de insulina.
- Diabetes tipo 1 autoinmune:
destrucción autoinmune de células beta
- Diabetes tipo 1 idiopática:
destrucción de células beta por razones desconocidas
Diabetes tipo 2 Déficit de insulina con resistencia a la misma
Otros tipos de diabetes - Diabetes MODY
- Defectos genéticos de la
insulina (leprechaunismo, síndrome de Rabson-Mendenhall, diabetes lipoatrófica)
- Enfermedades del páncreas: pancreatitis,
pancreatectomía, neoplasia, fibrosis quística
- Endocrinopatías: acromegalia,
síndrome de Cushing, glucagonoma, feocromocitoma y otros tumores endocrinos
- Inducida por fármacos,
incluyendo vacor, pentamidina, ácido nicotínico, glucocorticoides, tiazidas,
fenitoína, etc.
- Infecciones: rubéola,
citomegalovirus, Coxsackievirus
Diabetes gestacional Resistencia temporal a la insulina durante
el embarazo
Diabetes mellitus por país en
2002: afectados por cada 100.000 habitantes.
sin datos
menos de 100
100-200
200-300
300-400
400-500
500-600
600-700
700-800
800-900
900-1000
1000-1500
más de 1500
Actualmente existen dos
clasificaciones principales. La primera, correspondiente a la OMS, en la que
solo reconoce tres tipos de diabetes (tipo 1, tipo 2 y gestacional) y la
segunda, propuesta por la Asociación Americana de Diabetes (ADA) en 1997. Según
el Comité de expertos de la ADA, los diferentes tipos de DM se clasifican en 4
grupos:
a) tipo 1.
b) tipo 2
c) gestacional
d) Otros tipos
Diabetes mellitus tipo 1 (DM-1)
Artículo principal: Diabetes
mellitus tipo 1
Este tipo de diabetes corresponde
a la llamada antiguamente Diabetes insulino-dependiente o Diabetes de comienzo
juvenil. Se presenta en jóvenes y en adultos también pero con menos frecuencia,
no se observa producción de insulina debida a la destrucción autoinmune de las
células β de los Islotes de Langerhans del páncreas esto regulado por células
T.10 y que predispone a una descompensación grave del metabolismo llamada
cetoacidosis. Es más típica en personas jóvenes (por debajo de los 30 años), y
afecta a cerca de 4,9 millones de personas en todo el mundo, una alta
prevalencia se reporta en América del Norte.
Se han identificado factores
ambientales afectan a la presentaciòn de la diabetes mellitus tipo 1. Esta
clase de factores pueden ser virus (Rubeola congénita, parotiditis y
coxsackieB), que pueden provocar el desarrollo de una destrucciòn
autoinmunitaria de células B. Otro de los factores podría ser la exposición a
la leche de vaca en lugar de la leche materna en la lactancia (una secuencia
específica de la albùmina procedente de la leche de vaca, puede presenter
reacción cruzada con proteínas de los islotes).
Diabetes mellitus tipo 2 (DM-2)
Artículo principal: Diabetes
mellitus tipo 2
Es un mecanismo complejo
fisiológico, aquí el cuerpo sí produce insulina, pero, o bien, no produce
suficiente, o no puede aprovechar la que produce y la glucosa no está bien
distribuida en el organismo (resistencia a la insulina), esto quiere decir que
el receptor de insulina de las células que se encargan de facilitar la entrada
de la glucosa a la propia célula están dañados. Esta forma es más común en
personas mayores de 40 años aunque cada vez es más frecuente que aparezca en
sujetos más jóvenes, y se relaciona con la obesidad; anteriormente llamada
diabetes del adulto o diabetes relacionada con la obesidad. Puede estar
presente con muy pocos síntomas durante mucho tiempo. Esta diabetes se
relaciona con corticoides, por hemocromatosis.
Diabetes mellitus tipo 1.5 o LADA
Artículo principal: Diabetes
autoinmune latente del adulto
Recientemente se ha descubierto
un nuevo tipo de diabetes mixta, conocida como 1.5 (ya que contiene síntomas de
los tipos 1 y 2) o LADA (latent autoimmune diabetes of adulthood).
Diabetes mellitus gestacional
Artículo principal: Diabetes
mellitus gestacional
Aparece en el periodo de
gestación en una de cada 10 embarazadas. Se presenta muy pocas veces después
del parto y se relaciona a trastornos en la madre y fallecimiento del feto o
macrosomía, producto con tamaño anormal grande causado por incremento de
glucosa, puede sufrir daños al momento del parto.
El embarazo es un cambio en el
metabolismo del organismo, puesto que el feto utiliza la energía de la madre
para alimentarse, oxígeno entre otros. Lo que conlleva a tener disminuida la
insulina, provocando esta enfermedad.11
Otros tipos de diabetes mellitus
Otros tipos de diabetes mellitus
menores (< 6 % de todos los casos diagnosticados):
Tipo 3A
Tipo 3B
Tipo 3C
Tipo 3D
Tipo 3E
Tipo 3F
Tipo 3G
Etiología
En un principio se pensaba que el
factor que predisponía para la enfermedad era un consumo alto de hidratos de
carbono de rápida absorción. Pero después se vio que no había un aumento de las
probabilidades de contraer diabetes mellitus respecto al consumo de hidratos de
carbono de asimilación lenta.
Estudios no comprobados advierten
que la diabetes tipo 1 puede ser causa de una malformación genética, la cuál
podemos llevar en nuestra vida sin darnos cuenta. A través de un factor externo
(papera, gripe, rubeola, varicela entre otros) puede causar la aparición de la
enfermedad.
Actualmente se piensa que los
factores más importantes en la aparición de una diabetes tipo 2 son, además de
una posible resistencia a la insulina e intolerancia a la glucosa, el exceso de
peso y la falta de ejercicio. De hecho, la obesidad abdominal se asocia con
elevados niveles de ácidos grasos libres, los que podrían participar en la
insulinorresistencia y en el daño a la célula beta-pancreática. Para la
diabetes tipo 1 priman, fundamentalmente, alguna patología que influya en el
funcionamiento del páncreas (diabetes tipo 1 fulminante).
La actividad física mejora la
administración de las reservas de azúcares del cuerpo y actúa de reguladora de
las glucemias. Las reservas de glucógeno aumentan y se dosifican mejor cuando
el cuerpo está en forma, ya que las grasas se queman con más facilidad,
reservando los hidratos de carbono para esfuerzo intensos o en aquellos casos
donde, por ser la actividad muy larga, se requiera que las reservas aguanten
más tiempo.
Causas genéticas del tipo 1
Este tipo de diabetes es causada
principalmente por factores externos al organismo que la padece, (por ejemplo:
ciertas infecciones virales) que pueden afectar de forma directa o de forma
indirecta mediante la generación de una reacción auto inmunitaria.
No obstante, existe
susceptibilidad genética para padecer esta enfermedad ya que está influenciada
en especial por determinados alelos de los genes del complejo mayor de
histocompatibilidad (CMH) dentro del grupo de HLA, la clase I. En el grupo de
los HLA de clase II, afectan sobre todo varios alelos de los loci DR3 y DR4 en
los que los heterocigotos DR3/DR4 son especialmente susceptibles de padecer
esta enfermedad.
Además del CMH, se sigue estudiando
más de una docena de loci que incrementarían la susceptibilidad para esta
enfermedad, pero hasta ahora solo existe confirmación de ello en tres de estos
loci que son el gen PTPN22, que codifica una proteína fosfatasa, polimorfismos
de un único nucleótido en el gen regulador de la inmunidad CTLA4 y un
polimorfismo de repetición en tándem en el promotor del propio gen de la
insulina.
Pero igualmente existen algunos
alelos de DR2 que confieren una resistencia relativa a esta enfermedad como
pueden ser los haplotipos protectores DQA1*0102 y DQB1*0602.
Riesgo empírico para el consejo
genético de la diabetes mellitus tipo 1
Parentesco con el individuo
afectado Riesgo de desarrollar la
enfermedad (%)
Gemelos monocigóticos
40
Hermanos
7
Hermanos sin haplotipo DR en
común
1
Hermanos con un haplotipo DR en
común
5
Hermanos con 2 haplotipos DR en
común
17
Hijos
4
Hijos de madre afectada
3
Hijos de padre afectado
5
Causas genéticas del tipo 2
Las bases genéticas y moleculares
de la diabetes mellitus tipo 2 siguen estando poco definidas, pero se sabe que
esta enfermedad se debe en su base a factores genéticos (concordancia en
gemelos monocigóticos del 69-90 % frente al 33-50 % en la diabetes mellitus
tipo I y en gemelos dicigóticos de 24-40 % frente al 1-14 % en la diabetes
mellitus tipo 1) aunque estos están estrechamente relacionados en cuanto a su
grado de expresividad con los factores ambientales ligados al estilo de vida
como pueden ser el sobrepeso, la ingesta exagerada de alimentos, la relación de
polisacáridos de absorción rápida o de absorción lenta consumidos, la actividad
física realizada o la edad.
Algunos de los muchos loci que
aumentan la susceptibilidad para esta enfermedad son: 2q24.1, 2q32, 5q34-q35.2,
6p12, 6q22-q23, 11p12-p11.2, 12q24.2, 13q12.1, 13q34, 17cen-q21.3, 17q25,
19p13.2, 19q13.1-q13.2 o 20q12-13.1
Cuadro clínico
En humanos
En el caso de que todavía no se
haya diagnosticado la DM ni comenzado su tratamiento, o que no esté bien
tratada, se pueden encontrar los siguientes signos (derivados de un exceso de
glucosa en sangre, ya sea de forma puntual o continua):
Signos y síntomas más frecuentes:
Poliuria, polidipsia y polifagia.
Pérdida de peso a pesar de la
polifagia. Se debe a que la glucosa no puede almacenarse en los tejidos debido
a que éstos no reciben la señal de la insulina.
Fatiga o cansancio.
Cambios en la agudeza visual.
Signos y síntomas menos
frecuentes:
Vaginitis en mujeres, balanitis
en hombres.
Aparición de glucosa en la orina
u orina con sabor dulce.
Ausencia de la menstruación en
mujeres.
Aparición de impotencia en los
hombres.
Dolor abdominal.
Hormigueo o adormecimiento de
manos y pies, piel seca, úlceras o heridas que cicatrizan lentamente.
Debilidad.
Irritabilidad.
Cambios de ánimo.
Náuseas y vómitos.
Mal aliento
En animales
En animales algunos síntomas son
similares a los humanos pero se diferencian en algunos aspectos.
Signos y síntomas frecuentes:
Poliuria, polidipsia y polifagia.
Adelgazamiento y cansancio.
Signos y síntomas menos
frecuentes y en casos graves:
Debilidad
Cetonuria.
Cataratas. Muy frecuente en
perros, poco frecuente en gatos.
Neuropatía diabética. Más
frecuente en el gato que en el perro.
Deshidratación
Taquipnea
Vómitos
Olor a acetona
Hipotermia
Coma
Diagnóstico
Se basa en la medición única o
continúa (hasta 2 veces) de la concentración de glucosa en plasma (glucemia).
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció los siguientes criterios
en 1999 para establecer con precisión el diagnóstico:2
Síntomas clásicos de la
enfermedad (poliuria, polidipsia, polifagia y Pérdida de peso) más una toma
sanguínea casual o al azar con cifras mayores o iguales de 200 mg/dl (11,1
mmol/L)
Medición de glucosa en plasma
(glucemia) en ayunas mayor o igual a 126 mg/dl (7,0 mmol/L). «Ayuno» se define
como no haber ingerido alimentos en al menos 8 horas.
La prueba de tolerancia a la
glucosa oral (curva de tolerancia a la glucosa). La medición en plasma se hace
dos horas posteriores a la ingesta de 75g de glucosa en 375 ml de agua; la
prueba es positiva con cifras mayores o iguales a 200 mg/dl (11,1 mmol/l).
Detección de la Diabetes
Instrumentos para la detección
integrada
En el mundo existen varias
encuestas de factores de riesgo validados, con objetivos específicos como la
búsqueda de casos de diabetes, estados pre-clínicos, riesgo cardio-vascular, de
infarto, adicciones, pero muy pocas de ellas integran otras enfermedades en un
solo instrumento. En México, se cuenta con varios instrumentos validados de
acuerdo con la normativa de ese país. Dichas encuestas son, además, valiosas
herramientas para el personal de salud y de educación para la salud, ya que
forman parte de un sistema de información y evaluación para las autoridades
sanitarias del país.
El cuestionario de “Detección
Integrada” para factores de riesgo, es un instrumento de auto-aplicación o para
ser utilizado por el personal de salud en estudios poblacionales, validado por
las autoridades sanitarias de México. Dicho cuestionario en su anverso se lee
“Cuestionario de Factores de Riesgo” y en su reverso “¿Tiene hipertensión
arterial y no lo sabe?”.
Glucemia Capilar, tira reactiva
leída por glucometro (determinación por carga de electrones).
Para una adecuada toma de la
presión arterial se recomienda utilizar un esfingomanómetro de columna de
mercurio. En caso de que esto no sea posible, se puede utilizar un
esfingomanómetro aneroide recientemente calibrado o un equipo electrónico
validado.
Para tomar peso/talla se requiere
una báscula con estadímetro integrado.
El registro de la circunferencia
de la cintura requiere de uso de una cinta métrica.
La detección integrada se realiza
en 2 etapas, en primer lugar se aplicara el cuestionario de “Detección
Integrada”, y posteriormente se realizara la toma de glucemia capilar a las
personas que obtengan una calificación mayor de 10 puntos.
Si la detención es positiva para
cualquiera de estos factores, el personal de salud que la realiza, recojerá el
cuestionario anexándolo al expediente clínico; asimismo, se encargará de hacer
el correspondiente seguimiento, hasta que el caso sea o no confirmado.
Si la glucemia es en ayuno, menor
de 100 mg/dl o, de manera casual menor de 140 mg/dl, se considerara negativa,
pero con factores de riesgo, por lo que se informará a los encuestados que, aun
cuando no padezcan la enfermedad, pueden desarrollarla. Los individuos que
manifiesten una glucemia capilar en ayuno mayor que 100 mg/dl o de tipo casual
mayor que 140 mg/dl serán considerados, para fines de la detección, como casos
probables de alteración de la glucosa o diabetes; se procederá al estudio
clínico y de laboratorio para confirmar o descartar el diagnóstico de
intolerancia a la glucosa o diabetes.
Seguimiento
Además de un estudio médico
adecuado, existen exámenes de laboratorio para monitorizar los órganos
afectados en la diabetes mellitus (mediante control del nivel de glucosa,
función renal, dislipidemia, etc.):
Pruebas de laboratorio de rutina
de seguimiento y para monitorizar complicaciones en órganos blanco:
- Determinación de micro
albuminuria en orina de 24 horas
- Hemoglobina glucosilada.
- Determinación de colesterol y
trigliceridos en sangre.
- Creatininemia, uremia,
electrolitos plasmáticos.
Revisiones por especialistas que
también ayudan a evitar complicaciones:
- Revisión anual por
oftalmología, preferentemente revisión del fondo de ojo con pupila dilatada.
- Revisión del plan de
alimentación por experto en nutrición.
- Revisión por podología por
onicomicosis, tiña, uñas encarnadas (onicocriptosis)
Hemoglobina glucosilada
Este examen ofrece un resultado
muy valioso en cuanto al control del paciente con diabetes. Su principio básico
es el siguiente: la hemoglobina es una proteína que se encuentra dentro de los
glóbulos rojos de la sangre y de lo que se ocupa es del transporte de oxígeno,
el cual lo toma a nivel pulmonar, y por esta vía la lleva al resto del cuerpo
pulmones hacia todas las células del organismo. Pero esta afinidad no es
precisamente nada más con el oxígeno. La glucosa se une también a ella sin la acción
de insulina.
La misma fisiopatología de la
diabetes nos indica que la glucosa se encontrará en niveles muy elevados en
sangre, por la deficiencia de insulina o por la incapacidad de esta para
poderla llevar a las células (resistencia a la insulina). Esa glucosa en exceso
entra a los glóbulos rojos y se une con moléculas de hemoglobina,
glucosilándola. En sentido de proporción, a mayor glucosa, mayor hemoglobina
glucosilada o glicosilada. Aunque la hemoglobina glucosilada tiene varias
fracciones (HbA1a, HbA1b, y HbA1c) la más estable, la que tiene una unión con
la glucosa más específica es la fracción HbA1c.
El tiempo de vida de los glóbulos
rojos es aproximadamente de 120 días. Esta medición expresa el nivel de azúcar
en promedio de 2 a 3 meses atrás, por lo que es un parámetro aceptable para
seguir el control de un paciente. Por este motivo se recomienda solicitar dicho
examen tres o cuatro veces al año. Esto es sumamente útil en el control de los
pacientes, debido a que usualmente estos mejoran su dieta en los días previos
al control de la glicemia, falseando los resultados. El valor de la hemoglobina
glucosilada es una herramienta eficaz para ver el control metabólico en los
últimos meses.
HbA1c (%) mg/dl mmol/l
6 126 7,5
7 154 9,5
8 183 11,5
9 212 13,5
10 240 15,5
11 268 17,5
12 298 19,5
Conversión de las unidades de
glucemia
Las unidades de los resultados de
exámenes de glucosa en la sangre pueden presentarse en mmol/l o en mg/dl,
dependiendo del laboratorio donde se ejecuten.
Las fórmulas para la conversión
de las unidades de glucemia son:
de mmol/l a mg/dl: Y (en mg/dl) =
17,5*X (en mmol/l) + 3,75
de mg/dl a mmol/l: X (en mmol/l)
= [ Y (en mg/dl) - 3,75] / 17,5
Tratamiento
Bomba de infusión de insulina.
Estos dispositivos sustituyen en algunos casos a las clásicas jeringas,
consiguiendo liberaciones de insulina más fisiológicas y adecuadas a la
ingesta.
Tanto en la diabetes tipo 1 como
en la tipo 2, como en la gestacional, el objetivo del tratamiento es restaurar
los niveles glucémicos normales. En la diabetes tipo 1 y en la diabetes
gestacional se aplica un tratamiento sustitutivo de insulina o análogos de la
insulina. En la diabetes tipo 2 puede aplicarse un tratamiento sustitutivo de
insulina o análogos, o bien, un tratamiento con antidiabéticos orales.
Para determinar si el tratamiento
está dando resultados adecuados se realiza una prueba llamada hemoglobina
glucosilada (HbA1c o A1c). Una persona No-diabética tiene una HbA1c < 6 %.
El tratamiento debería acercar los resultados de la A1c lo máximo posible a
estos valores en la DM-1.
Un amplio estudio denominado DDCT
demostró que buenos resultados en la A1c durante años reducen o incluso
eliminan la aparición de complicaciones tradicionalmente asociadas a la
diabetes: insuficiencia renal crónica, retinopatía diabética, neuropatía
periférica, etc.
Para conseguir un buen control de
la Diabetes Mellitus, en todos sus tipos, es imprescindible la educación
terapéutica en diabetes que impartida por profesionales sanitarios (médicos,
nutricionistas o enfermeras) persigue el adiestramiento de la persona con
Diabetes y de las personas cercanas a ella, para conseguir un buen control de
su enfermedad, modificando los hábitos que fuesen necesarios, para el buen
seguimiento del tratamiento (dieta + ejercicio físico + tratamiento
medicamentoso -si precisa-).
Intervenciones en el estilo de vida
Los principales factores
ambientales que incrementan el riesgo de diabetes tipo 2 son la ingesta
excesiva de alimentos y una forma de vida sedentaria, con el consiguiente
sobrepeso y obesidad.
Una pérdida de peso mínima,
incluso de 4 kg, con frecuencia mejora la hiperglucemia. En la prevención de la
enfermedad, una pérdida similar reduce hasta en un 60 % el riesgo.
Un tratamiento completo de la
diabetes debe incluir no solo una dieta especial para el tratamiento de la
patología y ejercicio físico moderado y habitual, sino también un control
médico constante. Asimismo conviene eliminar otros factores de riesgo cuando
aparecen al mismo tiempo, como la hipercolesterolemia.
Efectuando estos cambios de
estilo de vida, gozara de beneficios para su salud, como por ejemplo: Bajar el
nivel de glucosa en la sangre y la presión arterial. Bajar el nivel de
colesterol LDL, O colesterol malo y aumentar el nivel de colesterol HDL, o
colesterol bueno. Mejorar la capacidad del cuerpo para usar la insulina.
Mantener las articulaciones flexibles y con esto reducir el riesgo de caídas.
Ayuda a bajar de peso y así se reduce la cantidad de grasa corporal. Se aumenta
la energía y se reducen los niveles de estrés.
Dieta
Mantener una dieta especial es
una de las mejores maneras que se puede tratar la diabetes. Ya que no hay
ningún tratamiento que cure la diabetes, en cuanto la persona es diagnosticada
de diabética debe empezar a mantener una dieta adecuada. Se debe cuidar la
cantidad de gramos de carbohidratos que come durante el día, adaptándola a las
necesidades de su organismo y evitando los alimentos con índice glucémico alto.
Lo que significa es que el diabético no debe hacer muchas comidas con contenido
de harina blanca; elegir panes y pastas hechas de harina integral ayudará a la
persona a controlar mejor la insulina que el cuerpo produce.
En el mercado hay productos
hechos para los diabéticos, denominados “sin azúcar”. Estos productos tienen
contenidos de azúcar artificial que no tiene calorías pero le da el sabor dulce
a la comida. Se debe, no obstante, tener mucho cuidado con estos productos, ya
que “sin azúcar” (o sin carbohidratos con índice glucémico alto), no es lo
mismo que “sin carbohidratos”. Unas galletas en las que figure “sin azúcar”
pueden contener muy pocos hidratos de carbono con índice glucémico alto, pero
sí muchos hidratos de carbono (procedentes del cereal de las galletas) que es
necesario controlar.
Una alimentación equilibrada
consiste de 50 a 60 % de carbohidratos, 10 a 15 % de proteínas y 20 a 30 % de
grasas. Esto es válido para todas las personas, y es también la composición
alimenticia recomendable para los diabéticos del tipo 2.
Una “dieta reductiva común”
consiste de la alimentación con una menor cantidad de calorías. La cantidad de
calorías debe establecerse para cada individuo. Ha dado buenos resultados que
se fijen consumos calóricos totales semanales y no se esclavice a límites
calóricos diarios. También ha dado buenos resultados la conducción de un
registro diario de alimentación para mantener el control.
La “nutrición balanceada” es un
elemento indispensable para el tratamiento de la diabetes mellitus. Un buen
régimen alimentario se caracteriza por ser individual. Para ello se debe tener
en cuenta la edad, el sexo, el peso, la estatura, el grado de actividad física,
clima en que habita, el momento biológico que se vive (por ejemplo una mujer en
embarazo, un recién nacido, un niño en crecimiento, un adulto o un anciano),
así como también la presencia de alteraciones en el nivel de colesterol,
triglicéridos o hipertensión arterial.
Alimentos muy convenientes
Son los que contienen mucha agua
y pueden comerse libremente. Se encuentran en la acelga, apio, alcachofa,
berenjena, berros, brócoli, calabaza, calabacín, cebolla cabezona, pepino
cohombro, coliflor, espárragos, espinacas, habichuela, lechuga, pepinos, pimentón,
rábanos, repollo, palmitos y tomate. Muy beneficioso resulta también para la
diabetes, tomar agua de coco, preferiblemente pura, es decir, extraída
directamente de un coco verde fresco.
Alimentos convenientes
Son los alimentos que pueden ser
consumidos por la persona diabética sin exceder la cantidad ordenada por el
nutricionista. En estos se encuentran las harinas: Arroz, pastas, papa, yuca
(mandioca), mazorca, plátano, avena, cebada, fríjol, lenteja, garbanzo, soya,
arvejas, habas, panes integrales y galletas integrales o de soja. En las frutas
son convenientes las curubas, fresas, guayabas, mandarina, papaya, patilla,
melón, piña, pitaya, pera, manzana, granadilla, mango, maracuyá, moras,
naranja, durazno, zapote, uchuvas, uvas, banano, tomate de árbol, mamey y
chirimoya.
El agua de coco es una excelente
bebida alternativa para las personas con diabetes por su bajo contenido de
azúcar y, en general, en calorías. Adicionalmente, tiene potasio, entre otros
minerales importantes, y ácidos grasos esenciales que son beneficiosos para el
organismo. La ingestión regular de el agua de coco, por su contenido de
potasio, ayuda a prevenir la formación de cálculos renales.
En cuanto a los lácteos son
convenientes la leche descremada, cuajada, kumis y yogur dietético. También son
saludables las grasas de origen vegetal como el aceite de canola, de maíz, la
soya, el aceite de girasol, ajonjolí y de oliva. Las verduras como zanahoria,
auyama, etc.
Alimentos inconvenientes
Carbohidratos simples como el
azúcar, la panela, miel, melazas, chocolates, postres endulzados con azúcar,
helados, bocadillos, mermeladas, dulces en general y gaseosas corrientes.
También son inconvenientes las grasas de origen animal como las carnes grasas,
embutidos, mantequilla, crema de leche, mayonesas, manteca, tocino de piel de
pollo y quesos doble crema.
Distribución horaria de las comidas
Hay que comer cada 3 a 4 horas
(alimentación fraccionada) ya que de esta manera se evita una hipoglucemia o
baja en nivel de glucosa en la sangre. El alimento se ajusta a la acción de los
medicamentos para el tratamiento de la diabetes, sean estos hipoglicemiantes
orales como son las tabletas o la acción de la insulina inyectada.
Ejercicio físico
El ejercicio es otro factor muy
importante en el tratamiento de la diabetes, ya que la persona debe bajar de
peso y la actividad física es necesaria en este procedimiento. El ejercicio
también afecta los niveles de insulina que produce el cuerpo y sensibiliza los
tejidos a la insulina. La recomendación para personas con diabetes tipo 2, es
por lo menos 150 minutos de ejercicio aeróbico moderado a vigoroso en una
semana con 3 días mínimo de ejercicio, y con no más de 2 días consecutivos sin
hacer ejercicio. Además, entrenamiento de fuerza es necesario.12
Automonitoreo de los pies
Es muy importante que los
pacientes con diabetes revisen sus pies a diario para identificar heridas,
callos y úlceras. Prácticas más exhaustivas incluyen aplicar lubricantes en los
pies, limar los callos, y cortarse las uñas.13
Medicamentos
Biguanidas. Como la metformina.
Su principal rol es el de disminuir la gluconeogénesis hepática y no el de
insulinosensibilizador, como se cree popularmente. Es el fármaco oral
controlador de la glicemia por excelencia, y el que debería utilizar todo
paciente DM2 idealmente, salvo que exista alguna contraindicación.
Sulfonilureas. Como la
clorpropamida y glibenclamida. Reducen la glucemia intensificando la secreción
de insulina. En ocasiones se utilizan en combinación con Metformina.
Meglitinidas. Como la repaglinida
y nateglinida. Estimulan la secreción de insulina.
Inhibidores de α-glucosidasa.
Como la acarbosa. Reducen el índice de digestión de los polisacáridos en el
intestino delgado proximal, disminuyendo principalmente los niveles de glucosa
posprandial.
Tiazolidinediona. Como la
pioglitazona. Incrementan la sensibilidad del músculo, la grasa y el hígado a
la insulina.
Insulina. Es el medicamento más
efectivo para reducir la glucemia aunque presenta hipoglucemia como
complicación frecuente.
Agonistas del péptido similar al
glucagón tipo 1 (GLP-1). Como la exenatida. El GLP-1 es un péptido de origen
natural producido por las células L del intestino delgado, potencia la
secreción de insulina estimulada por la glucosa.
Agonistas de amilina. Como la
pramlintida. Retarda el vaciamiento gástrico, inhibe la producción de glucagon
de una manera dependiente de la glucosa.
Inhibidores de la
Di-Peptidil-Peptidasa-IV. Como la sitagliptina. Intensifican los efectos de
GLP-1.
Complicaciones
Independiente del tipo de
diabetes mellitus, un mal nivel de glicemia (concentración de glucosa en la
sangre) conduce a sufrir enfermedades agudas y enfermedades crónicas.
Complicaciones agudas
Estados hiperosmolares: llamados
de manera coloquial “coma diabético”, comprenden dos entidades clínicas
definidas: la cetoacidosis diabética (CAD) y el coma hiperosmolar no cetósico
(CHNS).
Ambos tiene en común —como su
nombre lo dice—, la elevación patológica de la osmolaridad sérica. Esto es
resultado de niveles de glucosa sanguínea por encima de 250 mg/dL, llegando a
registrarse, en casos extremos más de 1 000 mg/dL. La elevada osmolaridad sanguínea
provoca diuresis osmótica y deshidratación, la cual pone en peligro la vida del
paciente.
La cetoacidosis diabetes (CAD) y
el estado Hipoglucemico hiperosmolar (EHH) son las complicaciones metabólicas
agudas y mas graves de la diabetes mellitus. La incidencia anual en estados
unidos es de 4 a 6 personas por cada 1000 diagnosticadas con DM que presentan
episodios de cetoacidosis y solo el 1% con EHH. Sin en cambio la mortalidad es
menor en CAD 5% y Aproximadamente el 11% para EHH.
La cetoacidosis suele evolucionar
rápidamente, se presenta en pacientes con DM tipo 1 y presenta acidosis
metabólica; en cambio el coma hiperosmolar evoluciona en cuestión de días, se
presenta en ancianos con DM tipo 2 y no presenta cetosis. Tienen en común su
gravedad, la presencia de deshidratación severa y alteraciones electrolíticas,
el riesgo de coma, convulsiones, insuficiencia renal aguda, choque
hipovolémico, falla orgánica múltiple y muerte.
Fisopatologia. El mecanismo
fisiopatológico básico en ambas es la reducción de la insulina asociada a la
elevación de hormonas contrarreguladoras ( Glucagón, catecolaminas, cortisol y
hormona de crecimiento). Estas alteraciones hormonales incrementan la
gluconeogénesis e hiperosmolaridad en el espacio extra celular. Estas alteraciones
favorecen la liposis e incrementan la formación de cuerpos cetónicos
Diagnostico Las manifestaciones
clínicas de pacientes con CAD incluyen poliuria, polidipsia, vomito, dolor
abdominal y alteraciones del estado mental, lo hallazgos bioquímico es
característico la cetoacidosis serica y urinaria y acidosis metabólica. En el
EHH se caracteriza por la cambios del estado mental y signos clínicos de
deshidratación, hiperglucemia mayores de 600mg/dl.
Tratamiento Al igual que otras
enfermedades, la valoración inicial deberá incluir la evaluación general de
ventilación, estado circulatorio y permeabilidad de la vía área. Después
corregir el trastorno hiperglucemico con insulina en infusión, una apropiada
hidratación y corregir los trastornos electrolíticos que se desencadenen.
Complicaciones. Las
comp0licaciones mas comunes de la CAD Y EHH incluyen la hipoglucemia, y la
hipocalcemia por el uso agresivo de la insulina. El edema cerebral es una
complicación rara pero fatal observándose principalmente en niños. Otra
complicación es el edema agudo de pulmón secundario al exceso de líquidos. Por
lo que la motorización intensiva termodinámica es imprescindible.
Los factores que los desencadenan
suelen ser: errores, omisiones o ausencia de tratamiento, infecciones agregadas
-urinarias, respiratorias, gastrointestinales-, cambios en hábitos alimenticios
o de actividad física, cirugías o traumatismos, entre otros.
Hipoglucemia: Disminución del
nivel de glucosa en sangre por debajo de los 50 mg/dL. Puede ser consecuencia
de ejercicio físico no habitual o sobreesfuerzo, sobredosis de insulina, cambio
en el lugar habitual de inyección, ingesta insuficiente de hidratos de carbono,
diarreas o vómitos, etc.
Complicaciones crónicas
Daño de los pequeños vasos sanguíneos
(microangiopatía)
Daño de los nervios periféricos
(polineuropatía)
Pie diabético: heridas
difícilmente curables y la mala irrigación sanguínea de los pies, puede
conducir a laceraciones y eventualmente a la amputación de las extremidades
inferiores.
Daño de la retina (retinopatía
diabética)
Daño renal Desde la nefropatía
incipiente hasta la Insuficiencia renal crónica terminal
Hígado graso o Hepatitis de
Hígado graso (Esteatosis hepática)
Daño de los vasos sanguíneos
grandes (macroangiopatía): trastorno de las grandes Arterias. Esta enfermedad
conduce a infartos, apoplejías y trastornos de la circulación sanguínea en las
piernas. En presencia simultánea de polineuropatía y a pesar de la circulación
sanguínea crítica pueden no sentirse dolores.
Daño cerebrovascular: causados
por una inflamación en la sangre lo que provoca un coagulo sanguíneo, esto
obstruye una arteria y puede provocar necrosis en la zona afectada del cerebro.
Cardiopatía: Debido a que el
elevado nivel de glucosa ataca el corazón ocasionando daños y enfermedades
coronarias.
Coma diabético: Sus primeras
causas son la Diabetes avanzada, Hiperglucemia y el sobrepeso.
Dermopatía diabética: o Daños a
la piel.
Hipertensión arterial: Debido a
la cardiopatía y problemas coronarios, consta que la hipertensión arterial y la
diabetes son enfermedades “hermanadas”.
Enfermedad periodontal. Uno de
los mecanismos para explicar la relación entre diabetes mellitus y
periodontitis sugiere que la presencia de enfermedad periodontal puede
perpetuar un estado de inflamación crónica a nivel sistémico, que se hace
patente por el incremento de proteína C reactiva, IL-6, y altos niveles de
fibrinógeno. La infección periodontal puede elevar el estado de inflamación
sistémica y exacerbar la resistencia a la insulina. El nivel elevado de IL-6 y
TNF-α es similar a la obesidad cuando induce o exacerba resistencia a la
insulina. La lesión periodontal es capaz de producir alteraciones en la
señalización de insulina y sensibilidad a la insulina, probablemente debido a
la elevación de TNF-α en la concentración plasmática.
La retinopatía diabética es una
complicación ocular de la diabetes, causada por el deterioro de los vasos
sanguíneos que irrigan la retina del fondo del ojo. El daño de los vasos
sanguíneos de la retina puede tener como resultado que estos sufran una fuga de
fluido o sangre. Cuando la sangre o líquido que sale de los vasos lesiona o
forma tejidos fibrosos en la retina, la imagen enviada al cerebro se hace
borrosa.
La neuropatía diabética es
consecuencia de la lesión microvascular diabética que involucra los vasos
sanguíneos menores que suministra los nervios de los vasos. Los estados
relativamente comunes que se pueden asociar a neuropatía diabética incluyen
tercera parálisis del nervio; mononeuropatía; mononeuropatía múltiple;
amilotrofía diabética; polineuropatía dolor; nueropatía autonómica; y
neuropatía toracoabdominal
La angiopatía diabética es una
enfermedad de los vasos sanguíneos relacionada con el curso crónico de la
diabetes mellitus, la principal causa de insuficiencia renal a nivel mundial.
La angiopatía diabética se caracteriza por una proliferación del endotelio,
acúmulo de glicoproteínas en la capa íntima y espesor de la membrana basal de
los capilares y pequeños vasos sanguíneos. Ese espesamiento causa tal reducción
de flujo sanguíneo, especialmente a las extremidades del individuo, que aparece
gangrena que requiere amputación, por lo general de los dedos del pie o el pie
mismo. Ocasionalmente se requiere la amputación del miembro entero. La angiopatía
diabética es la principal causa de ceguera entre adultos no ancianos en los
Estados Unidos. En Cuba, la tasa de angiopatías periféricas en la población
diabética alcanzan los 19,5 por cada 100 mil habitantes
Gangrena en 3 dedos del pie.
Complicación del pie diabético.
El pie diabético tiene una “base
etiopatogénica neuropática”, porque la causa primaria está en el daño
progresivo que la diabetes produce sobre los nervios, lo que se conoce como
“Neuropatía”. Los nervios están encargados de informar sobre los diferentes
estímulos (nervios sensitivos) y de controlar a los músculos (nervios
efectores). En los díabéticos, la afectación de los nervios hace que se pierda
la sensibilidad, especialmente la sensibilidad dolorosa y térmica, y que los
músculos se atrofien, favoreciendo la aparición de deformidades en el pie, ya
que los músculos se insertan en los huesos, los movilizan y dan estabilidad a
la estructura ósea.
El hecho de que una persona
pierda la sensibilidad en el pie implica que si se produce una herida, un roce
excesivo, una hiperpresión de un punto determinado o una exposición excesiva a
fuentes de calor o frío no se sientan. El dolor es un mecanismo defensivo del
organismo que incita a tomar medidas que protejan de factores agresivos. Los diabéticos
pueden sufrir heridas y no darse cuenta. Además, la pérdida de control muscular
favorece la aparición de deformidades y éstas pueden, al mismo tiempo,
favorecer roces, cambios en la distribución de los apoyos del pie durante la
marcha y, en definitiva, predisponer a determinados puntos del pie a agresiones
que, de no ser atajadas a tiempo, pueden originar gangrena y por tanto ser
necesario la amputación.
Trastornos alimenticios
relacionados
Recientemente se ha presentado un
nuevo fenómeno conocido como diabulimia. En la diabulimia, al igual que en la
bulimia y anorexia, el paciente realiza actividades contraproducentes para su
salud con la finalidad de perder peso. En este caso la persona con diabulimia
suele omitir o reducir las dosis de insulina para adelgazar.14 La diabulimia
tiene una mayor incidencia, al igual que otros trastornos alimentarios, en
adolescentes.
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